Un equipo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) ha colaborado con investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) y de la Universidad de Córdoba (UCO) en un artículo, publicado en la revista
Journal of Sedimentary Research, que estudia la relación entre la forma de los granos de arena y la distancia recorrida en el río Arlanzón (Burgos) y el río Guadalhorce (Málaga).
El estudio analiza la abrasión que sufren los granos de arena transportados por este río burgalés en su viaje desde su nacimiento en la Sierra de la Demanda hasta su confluencia con el río Arlanza, y los compara con los del río malagueño de Guadalhorce, un sistema fluvial de características muy diferentes. Los resultados permiten comprender con detalle cómo varía la forma de estas partículas a medida que avanzan por los cauces fluviales.
Para ello, se llevó acabo un muestreo sistemático en distintos tramos de ambos ríos, y las muestras se procesaron en los laboratorios del CENIEH. Primero se separaron los granos de arena en el Laboratorio de Geología y, posteriormente, se analizaron en el Laboratorio de Microscopía mediante equipos especializados que permiten medir parámetros de tamaño y forma —como circularidad o convexidad— en cientos de partículas por cada muestra.
El análisis estadístico ha permitido modelizar matemáticamente los cambios que experimentan los granos de arena a medida que aumenta la distancia de transporte. “En el Arlanzón, las modificaciones en la forma de las partículas son más uniformes y la mayoría de los parámetros muestran una relación clara con el incremento del recorrido”, explica el geólogo de la Universidad de Málaga Isidoro Campaña, primer autor del artículo.
Este estudio abre la puerta a comparar los resultados con los sedimentos fluviales hallados en las cuevas de la sierra de Atapuerca. “Estas comparaciones nos ayudarán a identificar de dónde procedían las aguas que introdujeron arenas en los yacimientos y, con ello, reconstruir los procesos naturales que formaron las cavidades”, señala el geólogo del CENIEH Alfonso Benito Calvo, codirector de los yacimientos de la sierra de Atapuerca.
Este estudio ha sido financiado por el proyecto B1-2022_02 de la Universidad de Málaga y el proyecto PID2021-122355NB-C33 del Ministerio de Ciencia e Innovación concedido al CENIEH.