El comercio electrónico es una tendencia creciente a nivel mundial que tiene implicaciones importantes para la movilidad y la sostenibilidad de las ciudades: mayor tráfico de furgonetas para la realización de entregas a domicilio, incremento del número de devoluciones de productos adquiridos online no deseados, etc. Un reciente estudio realizado por el Centro de Investigación del Transporte (TRANSyT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha analizado cómo el comercio online está cambiando los patrones de desplazamiento de los consumidores. Los resultados muestran que la mayoría de compras online reemplazan compras cerca de casa, y que el lugar de residencia y la conciencia ambiental de las personas influyen en cómo el e-commerce afecta a su movilidad y a la sostenibilidad.
El estudio se ha basado en una campaña específica de encuestas que el grupo de investigación de la UPM diseñó y recopiló en la Comunidad de Madrid con más de 1.300 observaciones. Los resultados muestran que el comercio electrónico no solo facilita las compras y la elección de puntos de entrega —domicilio, tienda, punto de conveniencia—, sino que también influye de manera significativa en la movilidad de las personas. Según los resultados de la encuesta, alrededor del 17 % de las compras que se realizaron online no se habrían realizado si esta modalidad no hubiera estado disponible, lo que indica que el comercio electrónico genera demanda inducida. Además, la mitad de los consumidores sustituyen compras que habrían hecho cerca de casa o del trabajo, y el 56 % de los desplazamientos sustituidos se habrían realizado en coche. Esto evidencia el potencial del comercio online como herramienta para una movilidad más sostenible, aunque su impacto varía según el lugar de residencia.
Para los consumidores que viven en el centro de la ciudad de Madrid, el comercio electrónico reemplaza principalmente viajes a pie. Esto puede, por un lado, reducir la actividad física de los usuarios y, por otro, generar tráfico adicional de vehículos motorizados para realizar las entregas. Por ello, el uso de puntos de recogida o casilleros podría ayudar a mantener la sostenibilidad del transporte urbano. En zonas suburbanas y rurales, sin embargo, el comercio electrónico reemplaza principalmente viajes en coche, por lo que la entrega a domicilio resulta más eficiente si la logística optimiza rutas y reduce emisiones. Esto subraya los efectos diferenciados del comercio electrónico según el lugar de residencia: en el centro urbano, parece tener efectos negativos al reemplazar prácticas de movilidad sostenibles, mientras que en las áreas periféricas presenta una oportunidad para aumentar la accesibilidad a las compras y reducir los impactos negativos de la movilidad de compra convencional si se regula adecuadamente.
Otro de los aspectos que destaca el estudio de la UPM es la influencia de la conciencia ambiental de los individuos en los hábitos de compra. Las personas más concienciadas con el medio ambiente tienden a elegir opciones de entrega más sostenibles, como recoger los productos en puntos de entrega en lugar de recibirlos en casa, y a utilizar medios de transporte más limpios al desplazarse a recoger sus productos. Esto resalta el papel clave que tienen los consumidores para que la movilidad asociada al comercio online sea más sostenible.
Según señala la investigadora del TRANSyT Daniela Castaño: “Aunque el comercio electrónico presenta distintos matices en su relación con la sostenibilidad, avanzar hacia un modelo de movilidad más eficiente y respetuoso con el medio ambiente requiere la colaboración de todos los actores: administraciones, empresas logísticas, vendedores y consumidores”. Y añade: “Como ciudadanos también es importante asumir nuestra parte de responsabilidad y contribuir a un consumo más responsable y sostenible.”
Castaño-Herrera, D., Gomez, J., Garrido, L. et al. How does e-commerce impact shopping mobility behavior?. Transportation (2025) https://doi.org/10.1007/s11116-025-10658-x