La inteligencia artificial generativa (IAG) ha dejado de ser una novedad tecnológica y se ha convertido en una herramienta de uso común entre la comunidad universitaria para llevar a cabo tareas académicas cotidianas. En este contexto, la Universitat Oberta de Catalunya (
UOC) ha impulsado una investigación para determinar hasta qué punto una formación específica en esta tecnología puede ayudar a
conseguir que el estudiantado la use de manera más responsable y crítica. El trabajo, liderado por investigadores del grupo de Educación y TIC (
Edul@b), ha determinado que el desarrollo de actividades reflexivas y de uso de IAG en asignaturas de competencias digitales promueve una utilización mucho más consciente y rigurosa de estas tecnologías.
El estudio,
publicado en abierto en la
Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, ha implicado a
casi un millar de estudiantes de la UOC y ha sido dirigido por
Teresa Romeu y
Marc Romero, profesores de los
Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, por la catedrática
Montse Guitert y por
Pablo Baztán, todos ellos integrantes del grupo de investigación
Edul@b. "Los resultados muestran que las formaciones específicas en IAG augmentan significativamente el conocimiento percibido y la conciencia crítica del estudiantado, especialmente en lo que respecta a la honestidad académica y al hecho de contrastar la información que generan estos modelos de lenguaje", explican los investigadores.
El equipo académico planteó un cuestionario al alumnado inscrito en el primer semestre en la asignatura Iniciación a las competencias TIC (CTIC), transversal en los programas de grado de la UOC. Posteriormente, el cuestionario se aplicó al estudiantado matriculado en la misma asignatura, pero durante el segundo semestre, cuando además se le implicó en el programa de formación y debate. De este modo, se obtuvieron datos de 929 alumnos que permitieron llevar a cabo el estudio comparativo y concluir que la exposición a
información clara sobre el funcionamiento de estas tecnologías,
combinada con un espacio de diálogo guiado, incrementa la percepción de conocimiento del alumnado y su capacidad para tomar decisiones informadas.
Información y reflexión, un binomio de éxito
Según explica la investigadora principal, Teresa Romeu, la mejora del estudiantado se debe atribuir tanto a la formación especializada como al debate crítico. "La clave es la combinación. El recurso didáctico ofrece ejemplos claros de aplicaciones y funcionamiento de estas herramientas de IAG, mientras que el debate permite poner en práctica el pensamiento crítico y analizar los dilemas que pueden surgir", analiza. Por lo tanto, los autores no ven las dos partes como independientes, sino integradas y complementarias en un mismo proceso. Los resultados indican que, después de la intervención, el alumnado es más consciente de
la importancia de mantener la honestidad académica, de no delegar la totalidad de las tareas en la tecnología y de contrastar las informaciones que genera la inteligencia artificial.
Gracias a este trabajo de la UOC, el estudiantado percibe que las herramientas generativas pueden ayudar a completar las tareas de manera más eficiente, pero también comprende que se tienen que emplear como apoyo a su aprendizaje y no como un sustituto de su criterio. Sin embargo, la investigación también pone de manifiesto que hay algunos aspectos, como la protección de datos personales y la regulación legal, que todavía no preocupan lo suficiente al alumnado. El equipo investigador lo atribuye al
desconocimiento generalizado sobre las implicaciones de estas tecnologías y a una percepción errónea de que los riesgos no afectan directamente al usuario. Así, este punto se plantea como una oportunidad de mejora en la formación y como un elemento que hay que reforzar en estudios e intervenciones futuros.
Factores que determinan el conocimiento sobre la IAG
Otro aspecto relevante de la investigación es que el conocimiento que el alumnado dice tener sobre la IAG no parece estar directamente condicionado por la edad, pero sí por la disciplina de estudio que se cursa. "Nos ha sorprendido que
el contexto académico influye más que la edad en el grado de exposición a la IAG y de familiaridad con esta tecnología", admite el grupo de investigación, que está adscrito al Centro de Investigación en los Futuros de la Educación en la Era Digital (
UOC-FuturEd). A partir de este resultado, se ha planteado la necesidad de adaptar la formación a cada ámbito disciplinario, de forma que los contenidos y los ejemplos sean relevantes para los futuros itinerarios profesionales del estudiantado.
Un modelo formativo con impacto real y proyección de futuro
El estudio ya ha tenido un impacto directo en la docencia de la UOC. La asignatura de CTIC ha incorporado actividades en las que
el estudiantado utiliza explícitamente herramientas de IAG, compara resultados y reflexiona sobre cómo afectan a su aprendizaje, tanto en tareas individuales como en equipo. Estas actividades buscan hacer visible el uso de la tecnología, fomentar la reflexión compartida y establecer criterios claros sobre qué significa utilizarla de forma responsable. Paralelamente, la UOC trabaja en el acompañamiento del profesorado para garantizar que la incorporación de estas tecnologías al aula vaya acompañada de una orientación pedagógica sólida.
Además, según los investigadores, esta investigación y esta metodología de aproximación a la IAG "son perfectamente
transferibles a otros contextos educativos porque combinan formación y reflexión crítica, elementos aplicables a cualquier nivel". De hecho, el grupo ya ha recibido una solicitud desde la educación secundaria para empezar a adaptar este programa a las necesidades del profesorado y del alumnado de este nivel. "Las direcciones de los centros están preocupadas por cómo lo pueden abordar, y desde la universidad tenemos que dar una respuesta", afirma Romeu.
Nuevas investigaciones para un futuro con IA
La validación del modelo formativo mediante este estudio permitirá, además de trasladarlo a la educación secundaria, abrir nuevas líneas de investigación. Entre las principales cuestiones de futuro está analizar cómo influye la IAG en los procesos de evaluación y en la
transformación de las estrategias de enseñanza y aprendizaje. Según la catedrática Montse Guitert, "la IAG ha llegado para quedarse y nuestra responsabilidad es formar a ciudadanos digitales que la utilicen de manera crítica y ética".
Este estudio se enmarca dentro de la misión de investigación de la UOC La educación del futuro y favorece los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU, especialmente los números 4, educación de calidad, y 10, reducción de las desigualdades.
Investigación con impacto y vocación transformadora
En la UOC entendemos la investigación como una herramienta estratégica para avanzar hacia una sociedad de futuro más crítica, responsable e inconformista. Desde esta visión, desarrollamos una investigación aplicada, interdisciplinaria y conectada con los grandes retos sociales, tecnológicos y educativos.
Los más de 500 investigadores e investigadoras y los más de 50 grupos de investigación de la UOC trabajan alrededor de cinco unidades de investigación centradas en cinco misiones: educación a lo largo de la vida, tecnología ética y humana, transición digital y sostenibilidad, cultura para una sociedad crítica, y salud digital y bienestar planetario.
Además, la universidad impulsa la transferencia de conocimiento y el emprendimiento de la comunidad UOC con la plataforma Hubbik.
Más información: https://www.uoc.edu/es/investigacion