El lince ibérico, símbolo de la recuperación de la fauna en la península, sigue dando motivos para la esperanza. Un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Animal Ecology ha analizado en detalle los movimientos de 124 linces equipados con GPS. Los resultados ofrecen información crucial para comprender cómo se adaptan estos felinos a los paisajes heterogéneos que comparten con el ser humano y cómo facilitar su expansión a nuevos territorios.
Investigadores de la ETSI Montes, Forestal y del Medio Natural (ETSIMFMM) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han participado junto al equipo del proyecto LIFE LYNXCONNECT en un trabajo cuyas conclusiones revelan que el comportamiento del lince varía notablemente según la fase de su vida. Los individuos establecidos en un territorio evitan las infraestructuras y las zonas con presencia humana, mientras que los que se encuentran en dispersión —buscando nuevos territorios— son capaces de atravesar áreas humanizadas, siempre combinando estos desplazamientos con el uso de zonas más escarpadas y con denso matorral donde encuentran refugio. Por su parte, los linces recién liberados en el medio natural, muchos de ellos procedentes de programas de cría en cautividad, muestran una actitud más prudente: buscan refugio constante y evitan el contacto con el ser humano mientras exploran su nuevo entorno.
Según los investigadores, estos patrones de movimiento demuestran que no todos los linces responden igual al paisaje ni a la presencia humana. “Comprender estas diferencias nos da herramientas esenciales para planificar mejor la gestión de su hábitat y la ubicación de las zonas de reintroducción y los corredores que conectan las poblaciones”, explican los autores.
El estudio se enmarca en el proyecto europeo LIFE LYNXCONNECT, cuyo objetivo es consolidar una red de poblaciones de lince ibérico interconectadas en la península ibérica. Gracias a este tipo de investigaciones, será posible mejorar la identificación de áreas adecuadas para futuras reintroducciones y aquellas que permiten desplazamientos seguros entre núcleos poblacionales, favoreciendo el intercambio genético y la expansión geográfica de la especie.
Tras décadas de esfuerzos de conservación que han permitido pasar de apenas un centenar de ejemplares a más de 2000, el lince ibérico continúa su recuperación. Este nuevo conocimiento científico refuerza las bases para garantizar su supervivencia a largo plazo y consolidar uno de los mayores éxitos de conservación en Europa.
Pablo Cisneros-Araujo, German Garrote, Andrea Corradini, Mohammad S. Farhadinia, Javier Salcedo, Pedro Sarmento, Juan Francisco Sánchez, María Jesús Palacios, Juan Ignacio García-Viñás, Santiago Saura, Aitor Gastón. Movement phases make a difference in habitat selection: Iberian lynx diversity of responses to human-modified landscapes Journal of Animal Ecology. Volume 94, Issue 10 pp. 1983-1996. https://doi.org/10.1111/1365-2656.70099