Las personas que participan en programas de rehabilitación cardíaca después de haber sufrido un evento cardíaco importante mejoran su calidad de vida y salud cardiovascular a largo plazo. Sin embargo, hay diferencias significativas en el acceso, la participación y los resultados de la rehabilitación cardíaca para las mujeres en comparación con los hombres, de acuerdo con una nueva declaración científica publicada hoy en la revista profesional insignia de la American Heart Association (la asociación Americana del Corazón), Circulation.
“La rehabilitación cardíaca ayuda a las personas a recuperarse físicamente después de un evento cardíaco importante y, a la vez, capacita a los pacientes mediante el apoyo al bienestar emocional y social durante todo el proceso de recuperación”, mencionó la presidenta del grupo de redacción de la declaración científica, Thais Coutinho, M.D., profesora de Medicina y directora de la Clínica para la Aorta de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota. “Mediante nuestros cuidados personalizados y apoyo a las mujeres con enfermedades cardíacas, podemos ayudar a mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de que sufran eventos cardíacos en el futuro”.
En Rehabilitación cardíaca en las mujeres, la nueva declaración científica de la American Heart Association, se detallan estas brechas y se recomiendan estrategias basadas en la evidencia con el objetivo de aumentar las tasas de derivación y participación completa en programas de rehabilitación cardíaca entre mujeres que padecen enfermedades cardiovasculares (ECV).
“Hay una necesidad urgente de aumentar la concientización sobre los beneficios de la rehabilitación cardíaca, incrementar las tasas de derivación en mujeres y derribar los obstáculos a los que se enfrentan para que ellas puedan participar y aprovechar la oportunidad de tener vidas más largas, saludables y felices”, aseguró Coutinho.
Aspectos clave de la declaración científica:
- La rehabilitación cardíaca es una intervención comprobada que mejora la salud cardiovascular y proporciona beneficios como una reducción en las tasas de reingreso hospitalario, menores tasas de mortalidad y una mejor la calidad de vida. Los programas de rehabilitación cardíaca suelen incluir ejercicios aeróbicos y entrenamiento de fuerza, asesoramiento nutricional, control del peso y gestión de los factores de riesgo de ECV.
- Las personas que participan en rehabilitación cardíaca experimentan mejoras en los factores de riesgo de ECV, incluidas tasas más altas de éxito en dejar el tabaco (sitio web en inglés) y mayores reducciones en los niveles de presión arterial (sitio web en inglés) y colesterol (sitio web en inglés), así como mejoras en los niveles de glucosa en ayunas. Las mujeres que participan en programas de rehabilitación cardíaca tienen una mayor reducción de la mortalidad en comparación con los hombres.
- A pesar de la eficacia de la rehabilitación cardíaca, las mujeres están subrepresentadas en estos programas. Las mujeres tienen menos probabilidades de que las deriven a rehabilitación cardíaca y, de acuerdo con un estudio, las tasas de derivación a rehabilitación cardíaca varían entre los adultos de diferentes grupos raciales y étnicos (un 48% para las mujeres de raza blanca, un 34% para las mujeres de raza negra y un 15% para las mujeres hispanas). En general, las tasas de inscripción de las mujeres son un 36% más bajas que las de los hombres. Las mujeres que se inscriben en rehabilitación cardíaca tienden a ser de edad más avanzada y presentan más afecciones concomitantes, como presión arterial alta, colesterol alto, diabetes tipo 2 u obesidad, en comparación con los hombres.
- Las mujeres también se ven afectadas por factores individuales y sociales que determinan su capacidad de participar en programas de rehabilitación cardíaca o completarlos, como responsabilidades de cuidado, dificultades con los medios de transporte, conflictos de programación, limitaciones económicas (incluida la falta de un seguro de salud) y apoyo social limitado. Las mujeres de grupos raciales o étnicos subrepresentados tienden a mencionar con mayor frecuencia los costos (como copagos elevados o costos de transporte) como un obstáculo en la rehabilitación cardíaca en comparación con las mujeres de raza blanca.
- Abordar el bienestar psicosocial, incluso evaluar las necesidades psicosociales de los participantes y derivarlos a terapeutas o asesores cuando corresponda, es un componente importante en los programas de rehabilitación cardíaca. En estudios anteriores, se descubrió que las mujeres con ECV son más propensas a tener depresión, ansiedad y estrés psicosocial en comparación con los hombres, lo que puede contribuir a peores resultados cardiovasculares.
- Las mujeres con antecedentes de cáncer de mama o cáncer ginecológico a menudo tienen un riesgo elevado de ECV, y ciertos tratamientos contra el cáncer tienen efectos cardiovasculares adversos que aumentan el riesgo de ECV durante el tratamiento y después de este. Se debe informar sobre estos riesgos tanto a los profesionales de la salud de rehabilitación cardíaca como a las mujeres con cáncer y ECV.
- Hay algunos programas de rehabilitación cardíaca para mujeres que incluyen un rango más amplio de opciones de ejercicio (como baile, yoga o taichí), proporcionan mejores interacciones sociales y apoyo psicosocial y abordan las inseguridades que las mujeres pueden tener, como sentirse inseguras por su aspecto o por sus aptitudes físicas. No obstante, no hay evidencia definitiva sobre si los programas adaptados a las preferencias de las mujeres son más eficaces que los programas tradicionales en los que participan hombres y mujeres.
- Aumentar las tasas de derivación, participación y finalización de la rehabilitación cardíaca entre las mujeres puede derivar en una mejor salud cardiovascular y calidad de vida para las mujeres que padecen ECV. Entre las soluciones recomendadas, se incluyen las siguientes: aumentar la concientización sobre los beneficios de los programas de rehabilitación cardíaca; implementar sistemas de derivación automática en combinación con administradores de casos para asegurarse de que se derive a todas las mujeres elegibles; ampliar el acceso y abordar los obstáculos en la participación mediante horarios flexibles y programas híbridos (presenciales y virtuales); y ofrecer apoyo personalizado para cumplir con las necesidades emocionales, sociales y físicas de las mujeres.
Esta nueva declaración científica fue preparada por un grupo voluntario de redacción en nombre del Comité Científico de Cardiología de Ejercicio, Rehabilitación Cardíaca y Deportes del Consejo de Cardiología Clínica; el Comité Científico de Salud de las Mujeres del Consejo de Cardiología Clínica y el Consejo de Ataques o Derrames Cerebrales; el Consejo Cardiopulmonar, de Cuidados Críticos, Perioperatorio y de Reanimación; el Consejo de Enfermería Cardiovascular y de Ataques o Derrames Cerebrales; el Consejo de Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica; y el Consejo de Calidad de Vida y Resultados de Investigación de la American Heart Association. Si bien en las declaraciones científicas se informa el desarrollo de las pautas, no constituyen recomendaciones de tratamiento. Las pautas de la American Heart Association proporcionan las recomendaciones oficiales de la práctica clínica de la Asociación. Los autores de la declaración científica y sus divulgaciones se incluyen en el manuscrito.
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