Talleres para trabajar la expresión emocional y la conciencia corporal
El programa teatral constaba de cinco representaciones acompañadas de sesiones de preparación y cinco talleres liderados por profesionales de las artes escénicas. En estos últimos, se trabajaron aspectos físicos y emocionales a través de dinámicas de grupo, exploración del cuerpo y el espacio, improvisación y narración colectiva. Según los investigadores, el impacto emocional se explica por dos factores clave: la
expresión emocional explícita que exige el teatro y el
entorno grupal, que refuerza la empatía y el sentimiento de pertenencia.
Cada taller, dirigido por una persona profesional del teatro, incluía actividades específicas como
calentamiento corporal,
exploración del espacio escénico,
ejercicios basados en la emoción,
narración grupal e improvisación. Esta combinación de técnicas buscaba trabajar la expresión emocional y la conciencia corporal, elementos que el estudio asocia con los beneficios observados en el bienestar de los pacientes. Todos los instrumentos utilizados para medir el impacto del programa, tanto en el plano cognitivo como emocional, fueron cuestionarios y test clínicamente validados, con versiones específicas en español y datos normativos para la población local, lo que garantiza la fiabilidad de los resultados.
Aunque no se observaron mejoras significativas en los test cognitivos objetivos, sí se registró una mejora en la
percepción subjetiva de la capacidad cognitiva diaria. Esta
mejora subjetiva puede traducirse en más confianza a la hora de desenvolverse en tareas cotidianas.
La valoración de los participantes también fue
abrumadoramente positiva: los talleres teatrales obtuvieron una
puntuación media de 4,5 sobre 5; las representaciones teatrales, un 4,4, y la visita guiada al teatro, un 4,8.
El artículo ha sido elaborado por los profesores de los
Estudios de Ciencias de la Salud e investigadores de la
unidad de investigación sobre salud digital, salud y bienestar de la UOC,
Marco Calabria y
Francesco Ciongoli, del grupo
Neuro ADaS Lab, y
Salvador Macip, investigador del grupo
epi4health. El estudio también cuenta con la autoría de Carmen García-Sánchez, Berta Pascual Sedano y Jaume Kulisevsky, de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital de Sant Pau (Barcelona); Caterina del Mar Bonnin, del Instituto de Investigación Biomédica Sant Pau, y Teresa Fèrriz Roure, consultora independiente de Barcelona. La intervención contó con el apoyo del
Teatre Lliure y ha sido financiada por la
Fundación "La Caixa" y el
Ministerio de Ciencia e Innovación.
Este estudio clínico aporta nuevas evidencias a la literatura científica sobre los beneficios de las artes en la salud de las personas con párkinson. Hasta ahora, solo dos estudios previos habían analizado el uso del teatro en personas con párkinson, que mostraban resultados prometedores, pero no replicados. Este nuevo trabajo aplica una
metodología rigurosa y plantea líneas claras para
futuras investigaciones: aumentar la duración del programa, integrar medidas más ecológicas, que evalúen cómo se desenvuelven las personas en su vida cotidiana, y estudiar a fondo los mecanismos subyacentes a estos beneficios. Es decir, se propone mejorar la evaluación para captar cambios sutiles en la cognición.
Según el artículo, las
actividades artísticas, y en especial las teatrales, representan una herramienta prometedora como complemento a los tratamientos farmacológicos, difícilmente efectivos ante síntomas como la
apatía, la anhedonia o el aislamiento emocional. La investigación sigue la línea marcada por la Organización Mundial de la Salud (
OMS), que desde 2019 recomienda las artes como parte de las "recetas sociales" para mejorar la salud y el bienestar.
Cada año, unas 10.000 personas son diagnosticadas en España de la enfermedad de Parkinson, el trastorno neurodegenerativo motor más frecuente entre la población. Una cifra que, según la Sociedad Española de Neurología, crecerá en los próximos años y
llegará a duplicar el número de enfermos, que actualmente se sitúa entre
120.000 y 150.000 solo en España. Por eso, conocer las claves para poder mejorar la calidad de vida de los pacientes es un reto para la comunidad científica.
Esta investigación se enmarca en la misión de investigación de la UOC: Salud digital y bienestar planetario. Además, contribuye a los siguientes objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: 3, sobre salud y bienestar; 4, sobre educación de calidad, y 10, sobre reducción de las desigualdades.
La investigación de la UOC
La UOC investiga, con una marcada especialización en el ámbito digital, para incidir en la construcción de la sociedad del futuro y contribuir a las transformaciones necesarias para hacer frente a los desafíos globales.
Los más de 500 investigadores e investigadoras y más de 50 grupos de investigación se articulan en torno a cinco unidades de investigación para abordar cinco misiones: Cultura para una sociedad crítica, Educación a lo largo de la vida, Salud digital y bienestar planetario, Tecnología ética y humana y Transición digital y sostenibilidad.
Además, la universidad impulsa la transferencia de conocimiento y el emprendimiento de la comunidad UOC con la plataforma Hubbik.
Los objetivos de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y el conocimiento abierto son ejes estratégicos de la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento de la UOC. Más información: research.uoc.edu.